Strong:
H4639(maasé)de
H6213;
acción (buena o mala); generalmente
transacción; abst.
actividad; por impl.
producto (espec.
poema) o (generalmente)
propiedad:- acción, arte, bienes, cosa (hecha), elaborar, forma, hacer, hacienda, hecho, hechura, labor, labrado, labrar, obra, oficio, ofrecer, operación, pastelería, producto, trabajar, trabajo, rejilla.
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Diccionario Chávezמַעֲשֶׂה Hecho, obra (
Gén 5:29;
Sal 106:35). — a) yeméi ha-maaséh = días de trabajo (
Eze 46:1). b) maaséh joshév = obra de fina artesanía (
Éxo 26:1). c) maaseh tsaatsuím = obra de fundición (
2Cr 3:10). d) ke-maaséhu = de su misma hechura (
Éxo 28:8). e) maaséh miqshéh = obra de permanente o arreglo del cabello (
Isa 3:24). f) maaséh ta’tuím = obra ridícula, alusión a los ídolos (
Jer 10:15). g) maaséh avodát bet Elohím = lo que se debe hacer en el servicio de la casa de Dios (
1Cr 23:28). h) maaséh toqpó = hechos de su autoridad, es decir, que demuestran su autoridad (
Est 10:2). i) maaséhu ba-karmél = tenía sus negocios en Carmel (la RVA traduce "sus posesiones"). — Const. מַעֲשֵׂה; Suf. מַעֲשֵׂהוּ; Pl. מַעֲשִׂים; Const. מַעֲשֵׂי; Suf. מַעֲשֵׂיכֶם.
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Diccionario Vine AT
maaseh (מַעֲשֶׂה, H4639), «obra; trabajo; acción; labor; conducta». Este nombre se usa 235 veces en hebreo bíblico en todo el Antiguo Testamento y en todos los estilos literarios. El padre de Noé, Lamec, al expresar sus esperanzas para un nuevo mundo, usa el término por primera vez en el Antiguo Testamento: «Y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo» (
Gén 5:29).
El significado básico de
maaseh es «trabajo». Lamec lo aplicó a la labor agrícola (
Gén 5:29). Los israelitas debieron celebrar la Fiesta de las Semanas (primicias, primeros frutos), en reconocimiento de la bendición de Dios sobre sus «labores» (
Éxo 23:16). Sin embargo, el término no se limita a un contexto agrícola. Debido a que
maaseh es el término más generalizado para indicar «trabajo», también puede aplicarse al trabajo de un maestro artesano (
Éxo 26:1), un recamador (
Éxo 26:36), un joyero (
Éxo 28:11) y un perfumista. El producto final de sus labores también se conocía como
maaseh : «En el canastillo más alto había toda clase de manjares de pastelería [lit. «trabajo de un panadero»] para el faraón» (
Gén 40:17); «Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, alhajas todas elaboradas [lit. «artículos de trabajo»]» (
Núm 31:51). El artesano practicaba su oficio durante la semana que, en hebreo así como en castellano, se conocía como «días de trabajo», y descansaba el sábado: «Así ha dicho Jehová el Señor: La puerta del atrio interior que mira al oriente estará cerrada los seis días de trabajo, y el día de reposo se abrirá; se abrirá también el día de la luna nueva» (
Eze 46:1; cf.
Éxo 23:12).
La frase «obra de nuestras manos» indica la inutilidad de los ídolos formados por manos humanas: «No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia» (
Ose 14:3). Por otro lado, la oración del salmista incluye la petición de que se estableciesen las «obras» del pueblo de Dios: «Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; sí, la obra de nuestras manos confirma» (
Sal 90:17). Los justos cumplen la obra de Dios y le causan regocijo; por tanto, «sea la gloria de Jehová para siempre; alégrese Jehová en sus obras» (
Sal 104:31).
Además de «trabajo»,
maaseh también denota «acción», «práctica», «conducta». Acusándoles de haber robado su copa de adivinación, José pregunta a sus hermanos: «¿Qué acción es esta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar?» (
Gén 44:15). A los israelitas se les prohíbe terminantemente imitar el comportamiento inmoral desmedido de los cananeos y de las naciones circunvecinas: «No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis; ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, a la cual yo os conduzco, ni andaréis en sus estatutos» (
Lev 18:3; cf.
Éxo 23:24). Los israelitas, sin embargo, no haciendo caso a la advertencia, «se mezclaron con las naciones, y aprendieron sus obras … se contaminaron así con sus obras, y se prostituyeron con sus hechos» (
Sal 106:35,
Sal 106:39).
Hasta aquí hemos visto a
maaseh desde una perspectiva humana. La palabra puede tener una connotación positiva («obra, trabajo, acción»), así como un sentido negativo («práctica corrupta, mala conducta»). El Antiguo Testamento nos llama también a celebrar la «obra» de Dios. El salmista se sintió sobrecogido ante la majestad divina, al contemplar la «obra» de la creación: «Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste» (
Sal 8:3; cf. 19:1;
102:25). El Dios de Israel manifestó sus grandes hechos de liberación a favor de Israel: «Y sirvió Israel a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué y que sabían todas las obras que Jehová había hecho por Israel» (
Jos 24:31).
Todas las obras de Dios se caracterizan por su fidelidad a sus promesas y al pacto (alianza): «Porque recta es la palabra de Jehová, y toda su obra es hecha con fidelidad» (
Sal 33:4).
Maaseh se traduce
ergon («obra; acción: manifestación») y
poiema («lo que ha sido hecho; trabajo; creación») en el griego de la Septuaginta.