Strong:
H68(ebén)de la raíz de
H1129 mediante el significa de
construir;
piedra:- cantería, honda, masa, pedregoso, pedrería, peña, pesa, peso, piedra, plomada, roca.
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Diccionario Chávezאֶבֶן
1) Piedra (
Gén 28:11; colect. piedras,
Job 28:3).
2) Peso:
éven ha-mélej = piedra del rey = peso real (
2Sa 14:26).
3) Herramienta:
éven yad = herramienta manual de piedra (
Núm 35:17).
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Diccionario Vine AT
eben (אֶבֶן, H68), «piedra». Una comparación entre las antiguas lenguas semíticas muestra que todos tenían un término común para indicar «piedra»: . Hay cognados filológicos (gramática) y semánticos exactos (significados) en acádico, ugarítico, fenicio, arameo, antiguo arábigo meridional y en varios dialectos etiópicos. El Antiguo Testamento griego (la Septuaginta) traduce con
lƒthos . El vocablo se usa casi exclusivamente para indicar piedras movedizas, a diferencia de
sela , «roca» y
shûr «peñasco» o «acantilado».
El nombre se encuentra en el Antiguo Testamento 260 veces, alrededor de la misma cantidad de veces en singular (y colectivo) como en plural. Aparece con más frecuencia en prosa que en poesía.
Palestina siempre ha sido famosa por las «piedras» que están en todas partes. Tan marcada en la mente de los autores bíblicos estaba «piedra» que se usaba como símil (
Éxo 15:5), metáfora (
Eze 11:19) e hipérbole (
1Re 10:27;
2Cr 1:15;
2Cr 9:27). En Palestina, la construcción en piedra era la regla y no la excepción; tal es así que el autor bíblico hace alusión a la costumbre mesopotámica de usar ladrillos de barro (
Gén 11:3). Sin embargo, parece que los canteros en los tiempos de David estaban rezagados en su arte porque en la construcción del palacio real se emplearon artesanos de Tiro (
2Sa 5:11).
Además de servir de material de construcción, las «piedras» eran usadas para cubrir pozos (
Gén 29:3á), depósitos de agua (
Éxo 7:19); se usaban además como pesas (
Deu 25:13;
Pro 11:1), para tirar con la honda(
1Sa 17:49), plomadas (
Isa 34:11) y a veces para pavimentar (
2Re 16:17). La Biblia habla también de «piedras» de granizo (
Jos 10:11;
Eze 13:11á). La costumbre israelita de enterrar en cuevas supone tumbas de piedra (
Isa 14:19);
en 3 ocasiones, cuando no fue posible enterrar cadáveres, se cubrieron con «piedras» (
Jos 7:26;
Jos 8:29;
2Sa 18:17).
Las leyes del Pentateuco relacionadas con conceptos de pureza e impureza estipulaban que el castigo por ciertos crímenes era el apedreamiento. La fórmula que se usaba al imponer el castigo incluía el verbo
ragam o
saqal seguido por una preposición y el nombre . Dentro de esta categoría de penas se encuentran los crímenes de blasfemia (
Lev 24:23;
Núm 15:35-36), culto a Moloc (
Lev 20:2), idolatría (
Deu 13:10) y prostitución (
Deu 22:21,
Deu 22:24). En sus orígenes, el apedreamiento fue simplemente un medio para expulsar a delincuentes de la comunidad; sin embargo, en el antiguo Israel llegó a ser una forma de imponer la pena de muerte con el fin de que la comunidad se librara del infractor, que se consideraba impuro, sin necesidad de entrar en contacto físico con él.
Dentro del culto, se les prohibió estrictamente a Israel las pequeñas imágenes talladas en «piedra» adoradas comúnmente en todo el Medio Oriente antiguo (
Lev 26:1). Tallar una «piedra» para usos cúlticos equivalía a profanarlo (
Éxo 20:25). Los altares y memoriales que se acostumbraba construir durante el período patriarcal y de la conquista eran de «piedra» no labrada (
Gén 28:18á;
Gén 31:45;
Jos 4:5;
Jos 24:26-27). Al mismo tiempo, entre los objetos cúlticos en el tabernáculo en el desierto se encuentran que solo las tablas del Decálogo que eran de «piedra» (
Éxo 24:12;
Éxo 34:1,
Éxo 34:4;
Deu 4:13); en el templo de Ezequiel (
Deu 40:42) había también cuatro mesas de «piedra».
A menudo se mencionan en la Biblia «piedras» preciosas como el ónice (
Gén 2:12) y el zafiro (
Eze 1:26), sobre todo como parte del efod y el pectoral del sumo sacerdote (
Éxo 39:6á). El costo elevado de las vestimentas del sumo pontífice debían estar a la altura de la artesanía especialmente trabajada del Lugar Santísimo donde Aarón servía.
En ciertos textos, adquiere interpretaciones teológicas. A Dios se le llama la «Roca de Israel» en
Gén 49:24. Y varias menciones de en el Antiguo Testamento se consideraron mesiánicas, como lo demuestran el Antiguo Testamento griego, los escritos rabínicos y el Nuevo Testamento (p. ej.,
Gén 28:18;
Sal 118:22;
Isa 8:14;
Isa 28:16;
Dan 2:34;
Zac 4:7).