Strong:
H1961(jayá)raíz primaria [Compárese con
H1933];
existir, i.e.
ser o
llegar a ser, tener lugar (siempre enfático, y no meramente cópula o auxiliar):- acontecer, andar, bendición, caer, carecer, casar, causa, cobrar, cometer, conducir, conseguir, constituir, continuar, convertir, cumplir, dar, dejar, detener, disponer, echar, emisión, esperar, existir, extender, formar, ganar, hablar, hacer, hallar, ir, levantar, librar, llegar, llevar, obtener, ocurrir, orden, permanecer, quebrantar, quedar, recibir, requerir, seguir, ser, servir, suceder, tener, tomar, venir, volver.
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Diccionario Chávezהיה QAL:
1) Ser (
Gén 1:5).
2) Estar (
Gén 1:2).
3) Suceder, sobrevenir (
Isa 7:7).
4) Haber (
Jer 14:4).
5) Tener (
Éxo 20:3).
6) Llegar a ser (
Gén 2:7). — a) lihiót imáh = para estar con ella, es decir, sexualmente (
Gén 39:10). b) va-yehí im leváv David = estuvo en el corazón de David, es decir, él tuvo en mente (
1Re 8:17). — Perf. הָיָה; Impf. יִהְיֶה; Impv. הֱיֵה; Inf. הָיֹה, הֱיוֹה; Part. הוֹיָה.
NIFAL:
1) Haber (
Zac 8:10).
2) Suceder (
1Re 12:24).
3) Cumplirse (
Pro 13:19).
4) Irseale a alguien el sueño o las fuerzas (
Dan 8:27). Aunque en
Dan 2:1, en lugar de נִהְיְתָה se sugiere leer נָדְדָה shnató nadedáh aláv = y se le fue el sueño. — Perf. נִהְיָה, נִהְיְתָה; Part. נִהְיָה.
— הֵיטֵב Bien, por completo (
2Re 11:18). Ver Hifil de יטב).
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Diccionario Vine AT
hayah (הָיָה, H1961), «ser, acontecer, llegar a ser». Este verbo solo se encuentra en hebreo y arameo. Se constatan unos 3,560 casos del término en el Antiguo Testamento,tanto en hebreo como en arameo.
A menudo el verbo indica más que existencia o identidad (esto se puede hacer aun sin el verbo). Más bien, enfatiza de manera muy particular la existencia (ser) o la presencia de una persona u objeto. Sin embargo, en las versiones en castellano se suele usar simplemente el término «acontecer».
El verbo puede usarse para resaltar la presencia de una persona (p. ej. el Espíritu divino
Jue 3:10), una emoción (p. ej. temor,
Gén 9:2) o una situación (p. ej. maldad,
Amó 3:6). El verbo destaca la presencia (u ausencia) de cada uno de estos casos o sea que es determinante.
Por otro lado, hay algunos casos en que
hayah sí quiere decir sencillamente «acontecer, ocurrir». Solo se enfatiza el acontecimiento, como se puede observar en la siguiente declaración inmediatamente después del primer día de la creación: «Y fue así» (
Gén 1:7). Con este mismo sentido,
hayah se traduce con frecuencia «aconteció».
Las diversas partículas que pueden acompañar al verbo matizan su significado. Por ejemplo, en pasajes que expresan maldición o bendición, el verbo no solo se usa para especificar el objeto de la acción, sino también las fuerzas dinámicas que están por detrás y por dentro de la acción.
Gén 12:2, para citar un ejemplo, se narra que Dios dijo a Abram: «Te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás [
hayah ] bendición». Abram ya había sido bendecido, así que la declaración divina le otorga una bendición futura. Cuando
hayah se usa en citas como estas indica que el cumplimiento está asegurado por el poder y autoridad de quien promete. Abram será bendecido porque así lo ha establecido Dios.
En otro grupo de pasajes,
hayah constituye intención en vez de cumplimiento. O sea, la bendición se hace promesa y la maldición amenaza (cf.
Gén 15:5).
Finalmente, en un uso aun menos marcado de
hayah , la bendición o la maldición indican apenas un querer o desear (cf.
Sal 129:6). Con todo, el verbo sigue siendo un tanto dinámico, puesto que reconoce la presencia de Dios, la fidelidad del ser humano (o su rebeldía) y la intención de Dios de lograr lo que se ha propuesto.
En relatos de milagros,
hayah con frecuencia aparece en el clímax de la historia para confirmar la veracidad del acontecimiento. La mujer de Lot miró hacia atrás y «se convirtió» [
hayah ] en estatua de sal (
Gén 19:26); el uso de
hayah confirma que el hecho en realidad aconteció. Este es también el énfasis del verbo en
Gén 1:3, en donde Dios dice: «
Sea la luz». Dios cumplió con su palabra en que «
fue la luz».
Los profetas usan
hayah para proyectar hacia el futuro las intervenciones divinas. Lo emplean no tanto para enfatizar las circunstancias y los hechos anunciados que en verdad ocurrieron, sino más bien para indicar la fuerza divina subyacente que hace posible que ello acontezca (cf.
Isa 2:2).
En pasajes jurídicos que describen la relación divina con el pueblo del pacto se usa
hayah para establecer el deseo y la intención de Dios (cf.
Éxo 12:6). Los pactos entre dos personas casi siempre incluyen
hayah en sus fórmulas legales (
Deu 26:17-18;
Jer 7:23).
Uno de los usos más discutidos de
hayah aparece en
Éxo 3:14, donde Dios comunica su nombre a Moisés. Dice: «Yo soy [
hayah ] el que soy [
hayah ]». Puesto que el nombre divino
Jehov̆ o
Yahvé era bien conocido mucho antes (cf.
Gén 4:1); esta revelación quiere, quizás destacar que el Dios que establece el pacto es el mismo que lo cumple. Por tanto,
Éxo 3:14 es más que una simple afirmación de identidad: «Yo soy el que soy»; es una declaración del control divino sobre todas las cosas (cf.
Ose 1:9).