Strong:
G2433(jiláskomai)voz media de lo mismo que
G2436; reconciliar, i.e. (transitivamente)
expiar por (el pecado), o (intransitivamente)
ser propicio:- expiar, ser propicio.
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Diccionario Tuggy
ἱλάσκομαι.(fut.
ἱλάσομαι; 1 tiempo aoristo
ἱλασάμην; 1 tiempo aoristo voz pasiva
ἱλάσθην; tiempo perfecto
ἵλασμαι).
Borrar las culpas de,
lograr el perdón de,
expiar,
apaciguar,
quitar. voz pasiva
ser misericordioso,
tener misericordia. A.T. כָּפַר pi.,
Sal. 77(78):38. נָחַם ni.,
Éxo 32:14. סָלַח ,
Lam 3:42. N.T.,
Luc 18:13;
Heb 2:17.
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Diccionario Vine NT
jilaskomai (ἱλάσκομαι, G2433) se usaba entre los griegos con el significado de hacer propicios a los dioses, de aplacar, propiciar, en tanto que no se concebía que fueran bien dispuestos de natural, sino que esta buena disposición de parte de ellos debía ser conseguida ganándola. Este uso de la palabra es ajeno a la Biblia griega, con respecto a Dios, tanto en la lxx como en el NT. No se usa nunca de ningún acto mediante el que el hombre conduzca a Dios a una actitud favorable o disposición de gracia. Es Dios quien es propiciado por la vindicación de su carácter santo, habiendo actuado de tal manera con respecto al pecado mediante el sacrificio vicario y expiatorio de Cristo que puede mostrar misericordia al pecador que cree, quitando su culpa y dándole la remisión de sus pecados.
Así, en
Luc 18:13 significa ser propicio o misericordioso hacia (con la persona como objeto del verbo), y en
Heb 2:17 expiar, hacer propiciación por (siendo los pecados el objeto del verbo). Mediante el sacrificio propiciatorio de Cristo, el que cree en él es por el acto propio de Dios liberado de la ira que en justicia se merece, y entra en el pacto de gracia. Nunca se dice que Dios es el reconciliado, hecho que por sí mismo es indicativo de que es el hombre quien tiene que ser reconciliado con Dios, y no Dios con el hombre. Dios es siempre el mismo, y, debido a su propia inmutabilidad, su actitud relativa cambia hacia aquellos que cambian. Puede actuar de forma diferente hacia aquellos que acuden a él por la fe, y solo sobre la base del sacrificio propiciatorio de Cristo, no debido a que él haya cambiado, sino debido a que siempre actúa conforme a su inmutable justicia.
Por ello, la obra expiatoria de la cruz es el medio por el cual queda rota la barrera que el pecado interpone entre Dios y el hombre. Por la entrega en sacrificio de su vida inmaculada, sin pecado, Cristo anula el poder del pecado para separar a Dios del creyente.
En el AT, el verbo hebreo
kafar está relacionado con
kofer , una cubierta (véase PROPICIATORIO), y se usa en relación con el holocausto (p.ej.,
Lev 1:4 ;
Lev 14:20;
Lev 16:24), la ofrenda por la culpa (p.ej.,
Lev 5:16,
Lev 5:18), la ofrenda por el pecado (p.ej.,
Lev 4:20,
Lev 4:26,
Lev 4:31,
Lev 4:35), la ofrenda por el pecado y el holocausto conjuntamente (p.ej.,
Lev 5:10 ;
Lev 9:7), la oblación y el sacrificio de paces (p.ej.,
Eze 45:15,
Eze 45:17), así como en otros respectos. Se usa del carnero que se ofrecía en la consagración del sumo sacerdote (
Éxo 29:33), y de la sangre que Dios dio sobre el altar para hacer la propiciación por las almas del pueblo, y ello debido a que «la vida de la carne en la sangre está» (
Lev 17:11), y «la misma sangre hará expiación de la persona». El hombre ha perdido el derecho a la vida debido al pecado, y Dios ha provisto el único camino posible por el que podía otorgarse la vida eterna, esto es, la entrega voluntaria de su vida hecha por su Hijo, bajo la retribución divina. Todos los antiguos sacrificios del AT establecidos por Dios eran símbolos que prefiguraban este acto de Cristo.
jilaskomai (ἱλάσκομαι, G2433) , se usaba entre los griegos con el significado de hacer propicios a los dioses, apaciguar, propiciar, en tanto que no se concebía que la actitud natural de ellos fuera de buena voluntad, sino algo que se tenía que ganar. Este uso de la palabra es ajeno a la Biblia griega con respecto a Dios, tanto en la lxx como en el NT. Nunca se utiliza de ningún acto por medio del cual el hombre lleve a Dios a una actitud favorable o a una disposición de gracia. Es Dios quien es propiciado por la vindicación de su carácter santo y justo, con lo cual, por medio de la provisión que él ha dispuesto en el sacrificio vicario y expiatorio de Cristo, él ha tratado de tal manera con el pecado que puede mostrar misericordia al pecador que cree quitándole su culpa y remitiéndole sus pecados.
Así, en
Luc 18:13 significa ser propicio o misericordioso para con (siendo la persona el objeto del verbo), y en
Heb 2:17 expiar, hacer propiciación por (siendo que aquí el objeto del verbo es pecados); aquí la llamada Versión Popular traduce «obtener el perdón», lo que no se corresponde con el texto; no se trata de una mera obtención del perdón. Por medio del sacrificio propiciatorio de Cristo, el que cree en él es por el propio acto de Dios liberado de una ira justamente merecida, y entra en el pacto de gracia. En contra de alguna versión inglesa, como la autorizada, nunca se dice de Dios que él sea reconciliado, hecho este indicativo de que la enemistad existe solo de parte del hombre, y que es el hombre quien tiene que ser reconciliado con Dios, no Dios con el hombre. Dios es siempre el mismo y, por cuanto él es inmutable en sí mismo, su actitud relativa sí cambia hacia aquellos que cambian. él puede actuar en forma diferente hacia aquellos que vienen a él por la fe, y únicamente sobre la base del sacrificio propiciatorio de Cristo, no debido a que él haya cambiado, sino debido a que siempre actúa sobre la base de su inmutable justicia. No es meramente la obtención del perdón de pecados mediante el sacrificio, como lo expresa la Versión Popular o Dios habla hoy; lo que se expresa es que se asentaron las bases para poder otorgarlo con justicia, vindicándose de esta manera el carácter de Dios: «a fin de que él (esto es, Dios) sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús» (
Rom 3:26 ; véanse vv. 21-26).
Que Dios no está por sí mismo alienado del hombre se desprende de
Jua 3:16. Su actitud hacia el pecador no precisa ser cambiada por los esfuerzos de este. Con respecto a su pecado, es necesaria una expiación, en coherencia con la santidad de Dios y por causa de su justicia, y por su gracia y amor él ha provisto esta expiación en el sacrificio vicario de su Hijo; el hombre, en sí mismo un pecador, y justamente expuesto a la ira de Dios (
Jua 3:36) nunca hubiera podido lograr una expiación. Como dice Lightfoot: «Cuando los escritores del NT hablan con extensión del tema de la ira de Dios, la hostilidad queda indicada como no proveniente de Dios, sino de los hombres». Por medio de lo que Dios ha efectuado en Cristo, el hombre, mediante la muerte del Hijo de Dios, al recibir la regeneración, escapa a la merecida ira de Dios. Es el cumplimiento de esta expiación, junto con su efecto en la misericordia de Dios, lo que se expresa en el verbo
jilaskomai .¶ En la lxx se utiliza el verbo compuesto
exilaskomai, p.ej.,
Gén 32:20 ;
Éxo 30:10,
Éxo 30:15-16;
Éxo 32:30, y con frecuencia en Levítico y Nm. Véase EXPIAR.¶
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Diccionario Swanson(Swanson 2661)
ἱλάσκομαι
(hilaskomai): vb.; ≡ Strong 2433; TDNT 3.301-
1. LN 40.9 (dep.)
perdonar, lograr el perdón de (
Heb 2:17+);
2. LN 88.75
mostrar misericordia, tener compasión (
Luc 18:13+)